Algún día de estos voy a detener el mundo, aunque sea por un momento, aunque sea por un segundo. Un poco de tiempo para conocer lo que me rodea, un poco más de tiempo para conocerme, para darme a conocer. Cortaré el frío que envuelve la distancia, cortaré el frío que nos envuelve y nos atrapa. Admirar cada segundo, admirar cada movimiento del mundo, cada movimiento de nosotros. Cada gesto o cada caricia, las sonrisas y miradas de gente desconocida. Acortar los metros o los centímetros que nos separan y que de buenas a primeras se conviertan en milímetros, que en un segundo lamentablemente vuelvan a ser kilómetros. Fuego interno en un corazón acorazado con mil capas de puro hielo. Respiraciones en una oreja que no quiere ser abandonada. Olores para una nariz dependiente. Manos que quieren tocar cada célula. Perdida entre las estrellas de ese oscuro universo que es mi corazón. Recorrer los lunares de tu cuerpo con la lengua y en un segundo, en un pequeño pestañeo... Todo habrá terminado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario