Lentas y agonizantes horas. Cuando de un momento a otro la cabeza te da un vuelco ¿ Qué se puede esperar? Cuando el malestar invade tu cuerpo y lo atraviesa como si de radiación se tratase. Cuando no entiendes nada y ese "nada" se convierte en un monstruo de diez mil cabezas con sus diez mil bocas repletas de dientes afilados. Cuando las náuseas se apoderan del cuerpo y te amenazan con no dejarte jamás. Cuando te encuentras irascible y nadie te quiere encontrar. ¿ Qué se puede hacer? Cuando sientes que tu cuerpo se divide entre dos caminos igual de tormentosos y no ves el final de nada. Querer desaparecer de algunas vidas y encontrarme prisionera de la cabeza que tengo pegada al cuerpo. Un cuerpo fragmentado con el paso de los años que lo único que puede emanar es rarezas e irritabilidad en ciertos momentos. Desear no ser hipócrita y que un órgano del cuerpo piense por sí solo. Un cuerpo enfermo y anciano a pesar de la corta edad, que no quiere ser cuidado por nadie.
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